¿Alguna vez deseaste lo que es imposible? ¿Que pasaria si eso se vuelve realidad?

martes, 25 de mayo de 2010

3. El Instituto

Al otro día me desperté cerca de las seis de la mañana. Miro por la ventana y, como de costumbre, era nublado. Miro de reojo a la cama de mi hermana y estaba vacía. Ya se había levantado. Me bañé, me lave los dientes y me fui al comedor. Encontré solo a Alice, Emmett, Rosalie y Jasper que estaban desayunando. Mi hermana no estaba.
-Buenos días –saludé.
-Buenos días –me saludaron sus melodiosas voces. Hasta en eso eran perfectos.
-¿Cómo dormiste? –me preguntó Emmett.
-Bien, gracias. ¿Cómo te sentís hoy Emmett?
-Bien –respondio con una sonrisa.
-¿Mi hermana? –pregunté.
-Fue a comprar algunas cosas con Esme, Bella y Nessie.
Asentí con la cabeza.
-¿Qué queres desayunar? –me preguntó Rosalie. Me sorprendió, ya que en estos días parecía odiarme. Nunca me saludaba y su mirada seria y desconfiada me fulminaba cada día.
-Emmm… ¿podía ser un te?
-Seguro –me dijo y se lo puso a hacer.
El silencio abordó el lugar.
-¿Ansiosa por ir al instituto? –preguntó Alice.
-Un poco –admití mientras me sentaba.
-Tranquila, todo va a estar bien.
Rosalie me trajo un té que tenía un aroma delicioso.
-Muchas gracias Rosalie.
-De nada…Jaz…
Mientras charlábamos, llega mi hermana junto con Bella, Esme y Nessie llenas de bolsas de compras. Me pare apenas las vi para ayudarlas.
-Esta bien, Jaz, no te hagas drama –me dijo Esme.
-¡Te traje algo, hermanita! –me dijo Nan con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Me tendría que preocupar? –respondí. Se escucharon unas risitas detrás de mí. De un bolso sacó una mochila negra de Blood And Chocolate, mi película favorita.
-¡No lo puedo creer! –grite.
-Es para tí. Yo me compre una de Paramore.
-¿Blood and Chocolate? –preguntó Emmett mientras acercaba su taza de te a la boca -¿Qué es?
-Una película de amor. Se trata de una mujer loba que se enamora de un mortal…
En eso, Emmett se ahogó con el té y empezó a toser como loco. Lo mismo le paso a Alice con una tostada. A Bella se le cayó una manzana de una bolsa a la que mi hermana pudo agarrar con las dos manos superpuestas una arriba de la otra.
-¡Maldición! –dije, cargue rápidamente dos vasos con agua y se los acerque –disculpen, ¿dije algo malo?
-No, para nada Jaz –respondió Esme sumamente tranquila.
Mire el panorama. Rosalie al lado de Emmett tratando de calmar su tos igual que Jasper con Alice. Bella sacaba rápidamente las cosas de las bolsas mientras Nessie la ayudaba. Esme era la que sonreía. Después que paso todo, todos empezaron a reír. Mi hermana y yo nos miramos.
-Quedensen tranquilas, todo esta bien –nos tranquilizó Esme –es mejor que se preparen para ir al instituto.
Lo que me di cuenta, cuando Bella y Nan sacaron las cosas de las bolsas, que eran todos elementos para el Instituto. Carpetas, cuadernillos, hojas, lapiceras, cartucheras y más. Mire a mi hermana.
-Decime que no gastaste toda la plata.
-Pague yo –paso por al lado nuestro Esme.
-Esme…no tendrías…
-Lo hice porque quise regalarles esto –me dijo con su voz melodiosa y su sonrisa que parecía que derramaba amor–quedate tranquila.
-Esta bien –dije un poco avergonzada.
Subimos rápidamente a nuestro cuarto a cambiarnos. Me puse el jean medio gastado, un jersey de lana negro con capucha y prepare otra campera. Mi hermana llevaba un jersey blanco y negro y arriba la campera de jean con abrigo dentro.
Nos dividimos. Alice, Jasper y Bella viajaron conmigo en el Volvo plateado de Edward mientras que Nancy, Rosalie, Nessie y Emmett iban en el Jeep Wrangler de Emmett.
El viaje no duro mucho. Por suerte, esta vez Jasper manejó y la velocidad era mas tranquila. No sé porque, pero cuando habíamos llegado y bajado del Volvo, sentí millones de ojos observándonos. Alice, Jasper y Bella parecían que estaban acostumbrados, igual que Rosalie y Emmett. Pero yo me junte con mi hermana y me dijo al oído:
-¿Se nota que no somos parientes directos?
-Creo que si.
-Chicas, ¿vamos? –invitó Alice mientras veíamos que los demás se dirigían a la puerta principal.
-Seguro –respondimos a dúo.
Persona que nos cruzábamos, persona que nos miraba. Me resultaba incómodo. Alice nos había dicho que teníamos que ir a buscar nuestros horarios con la señora Stuart, que era de administración. Nos indicó el edificio y el camino mas corto.
-Cuando tengas sus horarios, vayan a su próxima clase, ¿OK? –fue lo ultimo que dijo respecto al tema.
-Como si nos pudiéramos ratear –le dije a mi hermana en español y las dos reímos.
-Técnicamente, Carlisle me hizo estudiar castellano –dijo en perfecto castellano –y segundo, si uno se quiere ir, se va del instituto. Nadie te obliga a quedarte –dijo seriamente volviendo al ingles –pero después repercuta en tu nota, además de que cada profesor debe firmar un papel que conste de que hayas ido a su clase.
-Igual, no pensábamos hacerlo –le aseguró Nan seria.
-O.K. Nos vemos en el almuerzo –se despidió con una sonrisa y se fue caminando elegantemente. A pocos metros la esperaba Jasper que la siguió.
Nan y yo nos miramos. Sonreímos y nos fuimos a buscar nuestros horarios. Íbamos hablando cuando sin querer choque con un chico. No se como, creo que él iba en skate, pero yo termine en el suelo.
-¡Jaz! –gritó mi hermana.
-Uh, perdoname –dijo el chico mientras me ayudaba a incorporarme.
-No te hagas problema –le dije y lo mire. Podría decirse que quería aparentar ser un “chico malo”, pero enseguida me di cuenta que no podía hacerme ningún daño. Alto, delgado pero un poco musculoso. Rubio y de ojos claros, como el chico con el que toda chica sueña…menos yo.
-Disculpa, por favor –seguía insistiendo.
-Estoy bien, tranquilo –sonreí por la insistencia. Me ayudo a levantar mis libros sonriente.
-Mi nombre es Zack –me dijo mientras extendía su mano –ustedes son Jazmin y Nancy Cullen, ¿cierto?
Suspire. Con que eso era.
-Solo Nan… -respondio mi hermana.
-Y Jaz –seguí yo.
-Un gusto. Emmm…si necesitan ayuda en algo…con lo que sean, solo me lo dicen, ¿esta bien? –y miró a mi hermana de una manera llamativa. Así como dije, soy mayor que mi hermana por unos pocos minutos de diferencia. Eso me hace la más responsable…y la que la tiene que cuidar. Mi hermana sonreía tontamente, pero yo tenía ganas de saltarle al cuello y degollarlo lentamente. Mi mirada lo detuvo –Emmm…nos vemos luego –se despidió.
Nos quedamos mirando como se iba. Luego mi hermana me miro.
-Aguafiestas –murmuró mientras seguíamos nuestro camino.
-¿Por qué?
-Por poco lo asesinas con la mirada… ¿Por qué sos tan cuida?
Me di vuelta y la mire.
-Sos mi hermana y el único familiar directo que tengo. Te quiero demasiado como para verte sufrir –ella sonrió –además, queda mal que flirtees con el primero que se te cruce –le dije mientras se me asomaba una sonrisa y caminaba dejándola atrás.
-¿Flirtear? Lees muchos libros españoles, tienes que dejarlos.
Cuando llegamos a la ventana que daba hacia la administración, había una mujer de edad avanzada, canosa, bajita, simpática y amable.
-Buenos días –saludo.
-Buenos días –respondimos y siguió mi hermana –somos Nancy y Jazmin Cullen. Venimos a buscar los horarios…
La mujer quedó petrificada. Teníamos miedo que pase a otra vida en ese momento y que nos culpen a nosotras de homicidio.
-Si, como no… -reaccionó finalmente. Parecía que nos esperaba –sus horarios son estos –dijo dándonos una planilla a cada una.
-Muchas gracias –murmuramos y nos retiramos.
-De nada. Y bienvenidas –se despidió.
Verificamos los horarios. Solamente compartíamos Biología, Física y Gimnasia. Ninguna de esas materias teníamos hoy. En las demás materias estábamos separadas. Suspire.
-Quedate tranquila –me dijo –vamos a estar juntas en el almuerzo.
-Vamos a clase –dije –tengo miedo de que aparezca Alice de la nada.
Mientras caminábamos, nos fijábamos nuestra próxima clase. Álgebra para ella y Geografía para mí. Caminamos por un pasillo y, al llegar a la puerta de mi salón de clase, sonó la campana de ingreso.
-Justo –dije yo. Me di vuelta abrace a mi hermana y le dije –cualquier cosa avisame, ¿si?
-Si, todo va a estar bien.
Ella se fue. La mire hasta que doblo por otro pasillo y la perdí de vista. Entre al salón de clases. Todos los alumnos hablaban entre ellos, pero cuando entre, no se callaron, pero me miraban. Era muy obvio. Finales del segundo semestre y baje del auto de “Los Cullen”. Localicé con la mirada un asiento vacío. En el fondo había uno. Sonriente me acerque pensando que iba a estar sola, cuando vi que otro chico se acercó al lado mío.
-Tú eres Jazmin Cullen, ¿cierto?
-Jaz… -respondí mirándolo.
-Soy Josh Stevenson –me dijo sonriente.
El muchacho parecía ser el más popular de la clase. Su pelo corto y negro estaba parado gracias a una cantidad abundante de gel. Sus ojos eran marrones oscuros y profundos. Parecía un buen chico.
-Mucho gusto –respondí con una sonrisa falsa. Me senté en el banco mientras dejaba mis libros en la mesa. Él se sentó al lado mío.
-¿Eres de…?
Suspire. ¿Por qué tendria que pasarme esto a mi?
-Argentina –respondi mientras me resignaba a ser cuestionada por un extraño.
-Wow –dijo sonriente y se acercó más a mí. Me incomodó –decime, ¿Ya tenés amigos en el instituto?
Iba a responder cuando escucho que la clase se silencia. Mire hacia todos lados, pensando que había entrado el profesor, pero me equivoque. Su rostro pálido, sus ojos dorados y su caminar elegante me di cuenta quien era. Miro en general a toda la clase, me vio y camino hasta donde estaba yo.
Jasper.
-Hola Jaz, ¿puedo sentarme contigo?
Quede petrificada. Igual que Josh. Jasper sonrió,
-¿Jaz? –me pregunto.
-Seguro –respondí al instante. Sentarme con un conocido era lo que más necesitaba. Josh se levantó, Jasper lo miró, se sentó a mi lado y sacó sus libros.
-Nos vemos luego, Jaz –saludo Josh y se fue. Quedó mirando hacia Jasper.
-¿Cómo…?
-Tengo Goegrafía –me sonrió –igual que tu.
Lo dudaba, pero no podíamos hablar más. El profesor había entrado. La clase fue seriamente aburrida y ese tema ya lo había visto. Me sostuve dibujando y escribiendo. Jasper me miro.
-¿Qué dibujas?
-Nada, unas letras –dije mientras escribía las iniciales de mi banda –este es mi grupo de música.
-Interesante.
En eso suena la campana. Cambio de horario,
-¿Qué tenés ahora?
-Mmmm…-busque mi horario –Cultura.
-Ah, yo tengo Física. Cultura es en el edificio dos –me señaló.
-Gracias –dije yo y tome mi mochila. El me siguió cuando me levante y fui en busca de mi campera en el perchero que estaba al lado de la puerta. Pensaba que era bueno ser Cullen, la gente te respetaba…cuando estabas con ellos.
-Veo que ya llamaste la atención aquí –me dijo mientras miraba de soslayo a Josh que estaba con Zack y con un par de chicas mas al lado de la puerta.
-Nada a voluntad propia –reí –ese es uno de los problemas de ser nueva.
-Te entiendo. Creeme.
Estábamos caminando por el pasillo cuando nos cruzamos a Nan junto con Emmett. Los dos reían. Yo no sabía porque, pero sentía que todo esto tenía que ver Carlisle.
-¿Nan?
-¡Ah, si! Emmett es mi compañero de Álgebra.
-¡Que coincidencia! –dije falsamente –yo tengo Geografía con Jasper.
-¿Ahora que tienen? –preguntó Emmett.
-Cultura –dije yo.
-Física –respondió Jasper.
-Historia –siguió mi hermana.
-Yo, Química. ¿Nos juntamos para almorzar?
-Seguro –respondimos.
-OK –dijo el grandote y se fue con Jasper.
Mientras los mirábamos como se iban, le dije a mi hermana.
-No creo en las coincidencias.
-Yo tampoco.
-Bue, tengo que ir a clase. Nos vemos en el almuerzo.
-Esta bien, hermana.
Deje a Nancy y me fui a mi clase de Cultura. Estuvo bueno, vimos sobre Esculturas Grecorromanas. Pero hubo algo malo. Me presentaron delante de la clase y me mande varias torpeces mas como tropezarme cuando volvía a mi asiento o que mi lapicera volara por en medio de la clase uando jugueteaba con ella entre mis manos. Por suerte, sonó la campana para el almuerzo. Salí lo más rápido que pude. En la puerta me esperaba Emmett junto con Rosalie y Nan.
-¿Vamos? –me preguntó mi hermana.
-Si.
-Esperen. Ahí vienen Alice con Jasper, Nessie y Bella –indicó Rosalie.
Los esperamos y fuimos a la cafetería. Yo sólo tome una manzana y un jugo de frutas. En un momento, siento que me tocan el hombro. Me di vuelta y vi una sonrisa resplandeciente.
-Jaz, Nan ¿Vienen con nosotros a almorzar? –me pregunto Zack.
-Emmm…no, gracias. Voy a almorzar con mi familia… -lo dije como si lo sintiera.
-Jaz, si quieren ir, vayan –dijo Emmett –no se queden por nosotros.
-No sé… -seguía indecisa.
-Vamos, Jaz –me dijo mi hermana. Suspire y accedí.
Fuimos a la mesa de Zack. Tambien estaba Josh junto con tres chicas más que no conocía, salvo una que me pareció verla en Cultura. Estaban hablando sus temas, pero ni mi hermana ni yo nos quisimos meter. Miraba a cada rato a la mesa de mi familia. Me hubiera gustado sentarme con ellos y ver como son. Veía que no comían. Sólo daban vueltas sus dedos alrededor del alimento más cercano. Había algo de ellos que me atraía. Algo había en su manera de ser, su manera de actuar. Mire a Bella. Sus ojos se ocultaban detrás de su pelo castaño que caía sobre sus hombros, pero tambien me di cuenta que me miraba. En ese momento interrumpieron mis pensamientos.
-¿Jaz, estas bien? –preguntó una de las chicas que creo que su nombre era Kristen.
-Emmm…si…
-Tocó la campana –me avisó. Ni la había escuchado –tenemos que ir a clase.
-Uh, si –dije. Tome mi bandeja, tire los restos de manzana y el envase de jugo y la seguí. Tenía Informática y luego Historia. La hora de informática paso bastante lenta, ya que solo fue oral. Y en Historia, cuando apenas llegué y saque mis libros, Rosalie se hizo presente.
-Hola Jaz –me dijo mientras se sentaba al lado mío.
-Hola –la saludé. No quería ni darme vuelta para mirarla. Una hermosa mujer al lado de una recién llegada llamaba mucho la atención. Vimos sobre algunos presidentes norteamericanos y teníamos que entregar un trabajo práctico para la siguiente semana. Cuando terminó la hora, y por consiguiente el día escolar, junte mis libros y pensaba en varias cosas. En eso, me acorde de Edward. ¿Cómo estaría él? Sin darme cuenta extrañaba su mirada, su presencia, su voz. La voz de Rosalie me sorprendió.
-¿Estas lista? –me preguntó.
-Si.
-O.K. Hay que irnos.
Tome mis cosas y la seguí. Salimos y fuimos directo al Volvo. Mis nuevos amigos me miraban desde una camioneta de uno de ellos como subíamos al flamante Volvo. En el viaje nadie hablo. Llegamos, fui directo a mi cuarto, me acosté en mi cama, deje la mochila al lado mío y me tape la cara contra la almohada. Me daba vueltas la cabeza. Mi hermana se había quedado con Esme abajo. Yo estaba sola, hasta que sentí la mano mojada. Mire y estaba Seth al lado de mi cama.
-Seth –dije –vení –indique y golpee la cama al lado mío para que subiera. Parecía que dudaba. Luego subió y se acostó apoyando su hocico en la boca de mi estómago.
-Seth… ¿Cómo sabes que te gusta alguien…directo a tí?
Seth me miraba con cara de extrañado.
-Claro, una persona…un familiar…
Puso cara de entendido.
-Es…raro…no lo sé –dije mientras le acariciaba la nuca –es imposible…muy inalcanzable. Aunque no creo que sea eso. No es esa clase de atraccion…es otra cosa…Creo que mejor me olvido del tema –dije mientras lo miraba.
El perro pareció sonreírme, apoyó su hocico en mi estómago y cerró los ojos. Yo no sé en que momento, pero tambien los cerré y me dormí.

jueves, 13 de mayo de 2010

2. Confusión.

Al otro día me desperté a eso de las siete de la mañana. Mire a la ventana y el día estaba muy nublado. Me fije en la cama siguiente. Nan todavía dormía. Me levante, me bañe y me cambie lo más silencioso que pude. No quería despertarla. Salí del cuarto casi a hurtadillas. Nan tiene el sueño muy liviano y cualquier ruido la despierta.
Baje las escaleras y encuentro a Jasper con Alice en la sala. Alice, sonriente, me vino a abrazar.
-¡Buen día! –me dijo con una sonrisa de oreja a oreja. Y cuando se deshizo el abrazo me dijo -¡Wow! Hueles bien.
“Ojala tu hermano pensara lo mismo” pensé.
-Gracias. ¿Los demás?
-Esme se fue de compras con Bella y Nessie, Carlisle fue al trabajo, Edward no lo sé y Rosalie y Emmett salieron a desayunar a la ciudad –me dijo.
-Ah –respondí.
-El desayuno esta preparado en la cocina. ¿Vamos?
-Dale –dije y nos dirigimos junto con Jasper a la cocina.
Me asome a la gran cocina. El desayuno estaba en la mesa de granito. Había para cuatro personas.
-¿A que hora se levantaron?
-A las seis –respondió Alice mientras se sentaba–es para hacer las cosas con tiempo.
-¿Y todos los días son así? –dije mirando la ventana.
-¿Nublados? Ja, si. Es la zona de Estados Unidos más húmeda.
Mientras desayunaba mire a Jasper. Lo que me llamaba la atención es que no probaba bocado, aparte de que este mas duro que una estatua. Solamente se movía para no dejar sola en ningún momento a Alice. Me hacia recordar las estatuas vivientes de Capital Federal que les dabas algo de plata y se movían y hacían sus morisquetas. Imagine que pasaría si le tiraba una moneda a Jasper. Sonreí al pensarlo.
-¿Pasa algo con Jasper que no come? –pregunté.
-No, solo que ya desayuno.
-Ah, esta bien –respondí –una pregunta, Alice.
-La que quieras.
-Sobre el tema del colegio…
-Esme ya te anoto en el colegio donde vamos con Jasper –dijo mientras mordía una manzana.
-¿Vamos?… ¿Cuántos años tienen? –pregunté.
-Edward tiene diecisiete, Bella tiene dieciocho, Rosalie tiene dieciocho igual que Emmett y yo tengo diecisiete…
-Ah…entonces estaría con tigo en clases.
-Emmm…es medio complicado. Acá no es como en Argentina. En Argentina todo está en la misma aula, con los mismos compañeros durante todo el año. Acá no, acá es que tu tomas las clases en diferentes aulas y diferentes compañeros. ¡Podemos tener las clases juntas! –sonrió.
Me paralice.
-Ya veremos –logre responder.
En eso, bajaba mi hermana.
-¡Buen día, Nancy! –sonrió Alice. Empezaba a sospechar en que Alice era una persona muy especial.
-Buen día –saludo a todos y de reojo a Jasper.
-Buen día –saludó el joven.
Nos quedamos desayunando hasta que se hizo la hora de ordenar nuestros cuartos. Alice se fue a su cuarto igual que Jasper. No preguntamos que harían.
Mientras ordenábamos, la canción de Paramore con su tema “Decode” nos acompañaba.

The truth is hiding in your eyes and its hanging on your tongue
Just boiling in my blood but you thinks that I can’t see
What kind of man that you are, if you’re a man at all
Well I will figure this one out on my own
(I’m screaming I love you so)
On my own…
(My thoughts you can’t decode)

Terminamos de ordenar y escuchamos que la puerta se abría. Me di vuelta. Era Seth.
-¡Hola bonito! –dije y lo llame.
Él corrió a mi encuentro.
-¿Cómo estas?
-Te digo que si seguís hablando con el perro, Edward no te va a dar ni cinco de bolilla –me dijo mi hermana mientras sonreía y se acercaba para acariciar al perro.
-Cállate, nena –le dije mientras Seth se sentaba al lado de mi cama. Parecía que sonreía. A los pocos minutos, Esme apareció en la puerta.
-Buenos días, chicas.
-Hola Esme –saludamos.
-Veo que están medias ocupadas… -dijo sonriendo.
-No, ya estamos terminando… ¿necesitas algo? –preguntó Nan.
-Sólo quería decirles que Alice y Jasper van a ir para el centro de Forks y tal vez quieran conocer el pueblo… -dijo con media sonrisa.
-Seguro –solté sonriente –apenas terminamos, bajamos.
-Muy bien –dijo Esme.
-¿Y Edward? –preguntó mi hermana.
-Edward debió irse a Canadá. Unos de nuestros conocidos se enfermó. Y como Edward lo aprecia bastante quiso ir a cuidarlo.
-Entiendo –dijo mi hermana.
Nosotras sonreímos. No quería aceptarlo, pero la ausencia de Edward me frustró al saberlo. Finalmente, no se como hicimos, pero terminamos mas rápido de lo que imaginamos y bajamos para el paseo. Jasper nos esperaba en el pie de la escalera junto con Alice.
-¿Preparadas para salir a conocer Forks?
-Seguro –respondimos a coro.
-¿Vamos Jasper?
-Si –respondió el joven.
La seguimos hasta el garaje, subimos al Porsche amarillo y nos fuimos. En el camino, mientras mi hermana charlaba con Alice, yo estaba pendiente del velocímetro. Estaba llegando tranquilamente a los ciento veinte kilómetros por hora.
-Emmm…Alice… –tartamudeé.
-Si, Jaz, ¿que sucede?…
-El…velocímetro…
-¿Te molesta que vaya a tanta velocidad?
-No…-mentí -solo que pienso en la policía. ¿No te detendrán?
-Esta bueno arriesgarse, ¿No, Jasper? –mostró una sonrisa primero a mi dirección y luego a Jasper.
-Asi es, amor –respondió la estatua viviente.
Finalmente llegamos a Forks. No se porque, pero apenas baje tuve ganas de arrodillarme en la tierra y besar el piso. Conocimos el centro, la secundaria donde íbamos a concurrir y varios lugares más. Nos detuvimos para caminar un poco en un shopping. Me sorprendía la ropa que vendían. Nada que ver con la que vestíamos con mi hermana. Urgente nos dimos vuelta y le preguntamos si conocía una rockeria por ahí cerca.
-¿Rockeria? –soltó Alice media extrañada.
-Es el lugar donde venden ropa oscura, se venden cosas de rock –le respondió Jasper.
-¡Ah, si! El otro día pasamos con Bella por un lugar así. Vamos –dijo.
Por fin llegamos a un lugar más como nosotras. Una rockeria llamada “The Dark Angel”. Vimos en la vidriera pantalones camuflados, polleras a cuadros roja y negra, remera de bandas y más cosas. Me dio risa Alice que se había comprado la pollera roja con negro a cuadros. Mi hermana se compró una remera de Paramore y yo un bolso totalmente negro y un colgante para la guitarra. En un momento, vi algo en Alice que me llamó la atención. En un momento que mi hermana y Jasper se fueron a ver unos discos y nosotras dos veíamos la ropa, vimos que vendían unos colmillos de vampiros hechos de cerámica o porcelana. A mi me parecía bastante lógico, había algunos goths que le gustaban esas cosas. Pero Alice, al verlos, se acercó a ellos y comentó media molesta:
-No sé porque la gente le gustaría ser un vampiro.
-Es porque la gente le gusta lo que sabe que es imposible –le dije mientras me acercaba al lado de ella para mirarlos -Como volar, ser inmortal, ser vampiro…
Alice mufó, pero parecía que quedó satisfecha con la respuesta. Mire para donde estaba Nan con el joven Cullen. Jasper la miró a Alice.
-¿Tu que opinas de los vampiros? –me preguntó. Me sorprendió la pregunta.
-¿Cómo que opino?
-Claro. ¿A tí te gustaría ser un vampiro? -me preguntó mirándome a los ojos medio sonriendo. Sus ojos de color dorado parecían traspasarme y querer buscar algo dentro de mí. No sabía que responderle. Me quede pensando en la posibilidad. Ni siquiera sabía las características de un verdadero vampiro, solo lo que Hollywood enseñaba: el sol que los quema, duermen de día, chupan sangre humana y demás. ¿Vampiro, yo? Soy bastante torpe, no creo que pueda con el intento de entrar a hurtadillas a una casa, ya que cuando apenas entraría por la ventana, me tropezaría. En ese momento llega Jasper.
-¿Quieren tomar un helado? –invitó mirando serio a Alice.
-Si, porque no –respondió Alice sonriente. Lo que me di cuenta de que Alice no camina, sus pasos eran tan delicados y a la vez tan ágiles que parecía una bailarina clásica. La envidie por completo.
Lo que quedaba de la tarde caminamos por las calles de Forks hasta que fueron cerca de las seis.
-Es mejor que vayamos a casa –dijo Alice –no querrán perderse la cena de hoy –y una sonrisa se apareció por su boca.
Lo que mas temía paso. Tuvimos que subir al Porsche. Alice manejo. Lo único que pedía es que mi corazón tenga misericordia. Por suerte, esta vez Alice reaccionó y bajo lentamente la velocidad. Cuando llegamos, vimos que salía humo de detrás de la casa.
-¿Qué…? –dije yo mientras desabrochaba el cinturón.
-Alice, llama al 911 –dijo mi hermana mientras hacia lo mismo que yo.
-No…-soltó Alice.
No escuche el resto. Salí corriendo detrás de mi hermana al patio trasero. Apenas llegué me quedé helada. Estaba Carlisle totalmente concentrado al frente de una parrilla donde había carne asada. A los pocos metros había una gran mesa rectangular donde estaban sentados Emmett y Bella con Nessie. Por la ventana vi que Esme estaba haciendo una ensalada con Rosalie. En la mesa estaban los cubiertos y las gaseosas.
-¿Qué…? –dijo mi hermana.
-¡Sorpresa! –nos dijo Carlisle.
-¿Qué? –dije yo. Alice estaba llegando detrás de mí junto con Jasper.
-¡Un asado!
Mi hermana y yo nos miramos. ¿Un asado? Y nosotras que pensábamos que el fuego estaba acabando con la casa Cullen. Nos reímos. Luego mire a Carlisle que estaba con una sonrisa de oreja a oreja, su cara del color del hielo y con un delantal negro y largo. Emmett sonrió, Bella y Nessie asomaron una sonrisa y Esme venía con Rosalie con las ensaladas listas.
-¿Qué paso? –preguntó Esme al ver que teníamos la cara con preocupación.
-pensábamos que algo se estaba quemando.
Rieron todos.
-No, esta es la cena especial para su primera semana aquí en Forks –me dijo Alice.
-Gracias. En serio –dije.
-Por favor, no agradezcas –me decía Esme mientras nos agarraba de los hombros a Nan y a mí y nos conducía a la mesa. Nos sirvió un poco de lo que parecía sidra y dijo:
-Un brindis por Jazmin y Nancy. Bienvenidas a Forks y a la casa Cullen.
-Por la familia –dijo Carlisle mientras levantaba su copa.
-Por la familia –dijimos todos y brindamos.
Empezamos a comer. Lo que me sorprendió era que Rosalie y Jasper no comieran. Pensé que tal vez eran vegetarianos. Yo miraba como comían los Cullen. Carlisle, Esme, Alice y Nessie comían como si nada, pero Emmett y Bella tenían cara de descompuestos.
-Bella, ¿estas bien? –pregunté.
-Si, estoy bien –me respondía con una cara de despreocupación forzada.
De repente, Emmett se levanta, tira la silla y se va adentro con la mano en la boca. Su cara mostraba descomposición.
-¡Emmett! –gritó Rosalie y salió detrás de él. Yo me pare.
-Quedate tranquila, Jaz –me dijo Alice –va a estar bien.
-¿Segura?
-Segura –me dijo.
Esa noche fue inolvidable. Nos reímos, comimos y demás cosas. Lo que lamentaba que Edward no haya estado. Cerca de las diez mi hermana y yo estábamos fundidas. Hicimos unos cuantos intentos de que nos dejaran lavar los platos pero la negativa de Esme no nos permitió. Despidiéndonos de todos nos fuimos a dormir.
-Buenas noches, hermanita –me saludó Nancy.
-Que descanses, hermanita.
Ella se durmió, pero yo no. Edward visitó mi mente. En momentos pensaba en él. Su piel, su sonrisa, su voz, sus ojos…y con esas imágenes me dormí.