¿Alguna vez deseaste lo que es imposible? ¿Que pasaria si eso se vuelve realidad?

lunes, 1 de noviembre de 2010

17. Visitas

-¿Cómo que viene Amalia? –gritá alarmada.

-¿Quién es Amalia? –volvió a preguntar Alice.

-Es nuestra mejor amiga. Estaba en Francia estudiando en un conservatorio…hace años la conocemos y es como nuestra hermana –mi hermana la miro – ¿Cuándo viene?

-En un par de horas esta por tomar el vuelo –anunció ella mirando a Carlisle sin saber que hacer.

Todos, rápidamente, lo miramos. Él miro a Edward seriamente. ¿Cómo podríamos tener a alguien de visita cuando un lobo quiere matarnos? Amalia no creía en ninguna leyenda ni mito. Decía que eso eran cosas de que la gente creía inútilmente, puros cuentos. Pero, sin saber, estaba viniendo al lugar donde todos los cuentos eran reales…y mas que nunca.

Me di vuelta y corrí a mi cuarto a buscar mi celular. Abri la puerta de un empujon con mi mano buena y corrí hasta al lado del equipo donde estaba mi celular. Busque el numero de Amy y la llame. No contestaba. Probe, una, dos, tres veces. Nada. Una desesperación inundó mi vida. No podia dejarla venir. No ahora.

Senti que alguien estaba en el cuarto. Me di vuelta y me encontre con Bella.

-¿Pudiste llamarla? –pregunto tambien preocupada.

-No contesta –deje el telefono colgando de mi mano. Estaba realmente fuera de mi -¿Qué hago? –casi grité.

-Tranquila –dijo acercandose hasta donde estaba –Carlisle seguro que encuentra alguna manera de solucionarlo.

Mire hacia la mesa donde estaba la notebook que Edward me habia regalado para hacer la monografía de Literatura. Instantaneamente, hice memoria de algunas formas que tenia para contactarme con Amy.

-¿Qué tan confiables son las visiones de Alice?

-En realidad, las visiones de Alice son subjetivas. Sus visiones no siempre son exactas. Ve el destino de la gente mientras sigan un rumbo. Si cambia de opinion, la vision cambia.

-Si yo puedo cambiar la decisión de Amy, cambia lo demas.

-Claro –me miro confundida -¿Qué planeas hacer?

-Puedo contactarme con ella –conteste mientras tomaba la notebook con la mano sana y me sentaba en mi cama. Bella me siguió –le puedo decir que vamos a salir de viaje y que no puede venir…

-No creo que sea buena idea… -seguia confundida –te va a decir como supiste de su viaje…

-¡No lo se! –grite casi histérica -No puedo permitirle que venga…no mientras ese lobo ande dando vueltas…

Bella me tomo delicadamente la mano que estaba sobre el teclado y me miro. Su piel fria no me hizo ningun cambio, creo que me iba acostumbrando. Yo me detuve en mi busqueda por internet y la mire. Sus ojos reflejaban algo que no podia determinar. No sabia si era nostalgia o curiosidad, pero de repente me inundo las ganas de saber que le pasaba.

-Jaz…yo, en un tiempo, tambien fui humana –se acomodo mejor en mi cama –unos años antes de mi transformacion me habia mudado a Forks con mi padre. Mis padres son separados y mi madre iba de viaje con Phil, su nuevo esposo. Cuando llegue, conoci a Edward y a toda su familia. Al principio, la relacion no era muy buena con Edward…porque mi sangre olia muy bien y no queria hacerme daño. El decia que era una mala compañía para mi y no queria saber nada. Pero terminamos enamorandonos. Conoci a su familia y todo iba de maravilla…pero hubo ciertas complicaciones durante tres años que no nos permitia estar juntos. Hubo unos meses que él y toda su familia se fueron, dejandome sola, pensando que era lo mejor, pero se que equivocaron, cai en un pozo de…depresión –la ultima palabra practicamente la murmuró -Fue ahí cuando me junte con Jacob y conoci a los lobos y sus leyendas. Luego, Alice habia vuelto porque habia tenido una vision de mi saltando de un acantilado…

-¡¿Saltando de un acantilado?! –la mire incredula.

-Fue divertido –su sonrisa ilumino su rostro –Alice penso que me habia querido suicidar. Le dijo a Rosalie lo que vio y vino a buscarme. A todo esto Edward se entero y quizo suicidarse delante de los Vulturis…

-¿Suicidarse? ¿Cómo?

-Mostrandose delante de los mortales –murmuro algo inteligible y siguió –Alice lo vio y fuimos a rescatarlo. No me importo que me haya dejado, que me haya hecho sufrir, lo fui a buscar igual. Y desde que nos salvamos de los Vulturis –hizo una mueca –no nos separamos por nada. Despues de casi cuatro años, que enfrentamos de todo, recien puede convertirme y solo porque mi vida corria grave peligro…

-Cuando tuviste a Reneesme…-interrumpi.

-Si… –sonrió –pero tambien tuve amistades fuera de los Cullen…que nunca supe que fueron de ellos despues de mi transformación. Pero siempre que pasaba algo, cuando algun vampiro o lobo –note la diferencia de voz cuando nombro a vampiros y lobos –yo queria sacar a todos mis amigos fuera de la ciudad y que no les pasara nada. Como cuando paso lo de los neofitos. No queria que se acerquen a mi casa cuando estaba con Charlie o con amigos, si venian por mi, que vengan por mi sola y que dejen a mi alrededor en paz –recorde esa historia. Victoria, una vampiro que estaba enojada con Edward porque habia matado a su amado James y quizo vengarse con Bella, hizo un ejercito de vampiros para matarla. Y como los Cullen eran pocos, los lobos ayudaron. Mire a Bella que estaba perdida en sus recuerdos –pero Edward me decia que nunca podia sacar de la ciudad a todas las personas que yo queria. Edward y su familia iban a estar bien porque Carlisle y sus hermanos se iban a hacer cargo de todo…junto con los lobos –me miro nuevamente –si viene tu amiga a verte, no la detengas. Dejala que nos conozca y que sepa que somos tu familia. Y tu familia va a ocuparse de su seguridad…asi como nos ocupamos de la tuya y la de Nancy…

Mire la notebook. Amy era una de las personas mas importante del mundo para mi y de tener solo la idea que le pueda pasar algo por culpa mia me odiaba a mi misma. Amy era como mi hermana. Era como parte de mi familia ya inexistente…

-Ella solo quiere conocer a tu familia –susurró Bella –y quiere visitarlas por su cumpleaños. Según Alice, tiene planeado irse al dia despues de su cumpleaños.

-¿Segura?

-No del todo –me miro subjetivamente –pero nunca aposte en contra de Alice.

Sonreimos las dos. Esa charla me hizo bien. Tenia que confiar un poco mas en mi familia. Sabia que con ellos nadie corria peligro…excepto Jasper, pero si pudo contenerse hasta ahora…debia confiar mas en el. Sonrei a Bella.

-Creo que va a ser un fin de semana muy largo –reimos las dos –Gracias, Bella. En serio.

-De nada –me resfrego la espalda con su mano izquierda –vamos abajo. Carlisle va a decirles a todos las decisiones finales.

Deje la notebook en la mesa de luz y fuimos abajo a escuchar la decision de Carlisle.

Fue todo sencillo. Nuestra transformacion iba a ocurrir la semana posterior a nuestro cumpleaños, asi teniamos la oportunidad de que nuestra familia conozca a Amalia y viceversa, aparte de poder celebrar nuestro ultimo cumpleaños. Me estremecí de solo pensarlo, pero era por el bien de la familia… y por el mio. Amalia dormiria con nosotras, en el mismo cuarto, asi evitabamos cualquier sorpresa de algun lobo o algo asi. Carlisle le dijo a Jacob que no se presentara su manada y él en forma de lobo por la casa en esos dias, asi evitabamos lo que pasamos nosotras. Jacob acepto, pero acordaron que por el bosque andarian en forma de lobo.

Me fui a dormir junto con mi hermana. El brazo ya no dolia mucho, igual que mi cuello, pero según Carlisle no era seguro quitarme la escayola y menos que Amalia vea la herida de mi cuello. Al dia siguiente, Amalia estaria en Forks junto con nuestra querida familia de lobos y vampiros.

Al otro dia estaba en el Instituto, en la hora de Literatura junto con Edward, cuando recibo un mensaje de texto. Edward me miro cuando saque el celular y leyo el remitente. Podria jurar que escuche un gruñido leve. Era Taylor.

“No te sorprendas con lo que te espera en tu casillero” y me puso una carita feliz. Me sonrei levemente.

-Es un idiota –susurró Edward.

-No le digas asi.

-Es la verdad –me miro –te llega a hacer daño y te juro que…

-No jures en vano… -lo mire y esa palabra la “escupi” como dice Jacob –nada va a pasarme.

El me sonrió y me acercó un poco mas a su lado. Yo disfrutaba que el sea mi padre postizo. Alice aceptó que Edward tenga prioridad en mi, pero el que todavia no lo aceptaba era Jasper. Grito diciendo que su hija intento matarme. Pero le dije que el era lo que yo necesitaba, pero parecia no comprenderlo.

Sonó el timbre del almuerzo. Pero en vez de ir directo al comedor, fui para mi casillero acompañada de Edward.

-Tranquilo –lo tome del brazo –no creo que sea nada malo.

-Eso espero –gruñó.

Llegamos y suspire liviano. Puse mi contraseña y la abri. Adentro de mi casillero habia un osito de peluche, mas bien, un lobito de peluche gris que tenia una tarjetita colgada del cuello. Tenia el perfume de Taylor puesto.

-¡Mira esto! –dije mientras lo sacaba del casillero.

-Oh, genial –respondio sarcasticamente Edward mientras miraba el peluche –lo que nos faltaba…

-¡Es muy lindo! –lei la tarjeta –“Este lobito va a estar a la noche contigo y va a protegerte de tus pesadillas” –me rei.

-Estoy yo para protegerte –lanzo una mueca –no necesitamos un perro guardián.

-Celoso.

Me sonrió con mi sonrisita favorita. Eso era trampa, sabia que lo preferia a él antes que a Taylor, pero tenía que ser realista. El era mi sustituto y Taylor era un chico muy lindo que queria salir conmigo…que no se daba por vencido…y que me habia regalado un peluche.

-¿Cómo habra conseguido poner el peluche dentro del casillero?

-Habra hablado con el conserje… -se agachó y levanto un pedacito de alambre –o con un amigo…

-¡Es tan adorable! –tome mi peluche y cerré el casillero.

-Cuando lo vean los quileutes… -dijo mientras acariciaba la cabecita del lobo –van a decir que se parece a Paul en fase.

Nos reimos mientras Alice se nos sumaba al grupo junto con Jasper, Emmett, Bella, Rosalie y Nancy.

-¿Paso algo?

-Mira –le dije entregandole el peluche.

-¡Es Paul! –gritó Emmett y todos rieron.

-¿Cuándo te lo regalo? –pregunto Nancy mientras lo miraba.

-Me lo dejo en el casillero.

-A mi me dejan un lobo en el casillero… -decia Alice.

-Avisame y lo cazo –interrumpió Emmett y nos reimos todos.

Paso el dia escolar muy rapidamente, ya que uno de mis profesores no habia venido, por consiguiente tambien el de Alice, asi que nos subimos las dos al Porsche y fuimos a Port Angeles a comprar las cosas para ese sabado. Compramos millones de cosas y Alice estaba muy satisfecha con todo. Guirnaldas, globos…de todo. La deje que ella eligiera, me daba igual. Mire mi reloj. Las cuatro y media.

-Amalia –solte y fui hacia Alice –Alice, vamonos. Amalia va a llegar muy pronto.

-Uh, cierto –dijo –vamonos.

Prometi a mi hermana pasar por ella, asi que Carlisle se hizo presente en el colegio para poder retirarla. Fuimos a casa y arreglamos todo lo mas rapido posible. A los pocos minutos, Edward estaba en casa junto con Jasper y Emmett.

Yo estaba en mi cuarto arreglandolo lo mas posible mientras pensaba en la visita. Estaba todo sumamente arreglado para que Amalia pase el fin de semana con los Cullen.

Ella es una persona muy sensible y dulce, muy realista y confiada de si misma. Pero cada dia que la veo parece que la conociera por primera vez y aun asi no puedo dejar de quererla. Es asi, unica. Es mi segunda hermana, nos criamos practicamente juntas y sabe mas de mi que yo misma.

Eran las cinco de la tarde cuando Edward anuncio que estaba por la carretera. Haciamos como si fuera un dia normal en una familia normal, aunque me costaba. Me sente en el sillon junto con Alice y Edward mientras haciamos que mirabamos una pelicula. La tension que sentia aumento cuando escuché que un auto venia por la calle de tierra. Respire hondo. Mi hermana se acercó a mi y me tomo de la mano. El auto frenó. Escuche una puerta que se abria y luego se cerro con cierta delicadeza. Justo como lo haria mi amiga. Silencio. Un terrible silencio que hacia doler mis oidos. Un timbrazo me hizo saltar del sofa.

-Tranquila –me susurró Edward al oido –todo va a estar bien.

Esme paso por detrás del sofa, acaricio mi hombro rapidamente y fue a atender a la puerta.

-Buenos tardes –senti la voz de Amalia con ese ingles forzado. Nunca fue su fuerte –estoy buscando a Nancy y Jazmin Cullen.

-Si, seguro –se sintio la voz musical de Esme -¿Tu eres…?

-Amalia…una amiga de Buenos Aires –la sorpresa de la voz de Amy no era la mas conveniente. Se notaba que se dio cuenta de la hermosura de Esme.

-¡Bienvenida! Espera un momento –dijo Esme -¡Jaz, Nan, las buscan!

Nos paramos del sofa y nos dirigiamos a la puerta, cuando Edward me tomo de la mano.

-Acuerdate de actuar. Ella no sabe que vos sabes… -murmuro.

Asenti con la cabeza y segui. Corri hacia la puerta y me quede helada. Ahí estaba ella…mi amiga finalmente.

-¡¿Amy?! –actuamos con Nancy.

-¡¡¡¿¿¿Nan, Jaz??!! –chilló ella y nos abrazamos.

Fue un griterio infernal. Entre “¿Cómo estas?” y “Tanto tiempo” se perdio mi garganta. Escuchaba unas risitas detrás nuestros. Como pude, pase mi brazo sano por su espalda y la guié hasta la sala.

-¿Qué te paso en el brazo? –se exaltó.

-Motos –soltó mi hermana.

-¿Vos? –preguntó incredula.

-Que puedo decirte…me gustan los deportes extremos –sonreí.

-Uh, bue –puso los ojos en blanco -¡Me alegro tanto de verlas!

Finalmente, en la sala, mi familia se preparo para saludar a la recien llegada.

-Familia –comencé –ella es Amalia. Amalia, ellos son…Los Cullens –sonreí. Mire a mi familia que tambien reian. Amalia no se movia.

-¿Amy? –preguntó Nancy.

-Hey, ¿estas bien? –la sacudi un poco.

-Eh…si, perdon. Je. Me distraje –era obvio que vio que eran perfectos.

-Mucho gusto, mi nombre es Carlisle Cullen –se presento –ellos son mis hijos. Edward, Bella, Alice, Jasper, Emmett y Rosalie. Y ella es Esme, mi esposa.

Cada uno fue a saludarla. Note que Amalia apenas podia saludar y quedó como tonta cuando la saludo Jasper. Despues de las presentaciones, la ayudamos con el equipaje que traia y la llevamos al cuarto. En la caminata hasta el cuarto, elogió poderosamente al lugar, a la casa y, obviamente, a mis primos.

-¿Cómo puede ser..? –empezó.

-¿Qué seamos parte de la familia? –rei.

-No tonta –respondió ella –son tan…perfectos…

-Asi son –rio nerviosamente Nancy.

-¿Son hijos naturales?

-No –dije mientras abria la puerta del cuarto –son adoptados, igual que nosotras.

-No parece… -parecia que pensaba algo –son tan…

-¿Hermosos? –interrumpió Nancy.

-Algo asi –rió Amalia –solo que…no se como explicarlo.

-La primera vez siempre pasa –me rei y decidimos organizar el cuarto.

El resto del dia pasamos hablando en nuestro cuarto de cómo era el colegio, nuestros compañeros, la casa, los familiares, los amigos de La Push y demas. Amalia realmente estaba atenta a cada cosa que le contamos. Parecia que estaba desatisfecha.

-¿Pasa algo? –pregunte cuando Nancy dejo de contarle de Embry.

-Nada…

-Algo pasa Amy –dijo Nancy –contalo. Somos amigas y no va a pasar nada.

Suspiró.

-Siento que me estan ocultando algo –soltó –no es que desconfie, pero…no se como explicarlo.

-Amy, ¿Cómo te vamos a ocultar algo? –Nancy le tomo la mano –no pasa nada malo –sonrió como para hacer que se lo creyera.

Me dolia mucho ocultarle a Amalia la verdad de todo, pero prometí que sería asi. No romperia mi promesa. En ese momento, golpean ligeramente la puerta.

-Adelante –dije yo poniendome de pie.

-Permiso –la voz de Alice me hacia suspirar y tranquilizarme por un momento –queria decirles que pedimos unas pizzas. Si quieren, bajen dentro de cinco minutos que ya van a llegar.

-Esta bien –soltamos las tres.

-Gracias Alice –sonrei yo.

-De nada –me dijo divertida. En ese momento, mira hacia la cama de Amalia. Quedo sorprendida.

-¿Alice? –susurré.

-¿De quien es ese saco de paño? –preguntó mientras se acercaba al gran sacon de Amalia.

-Mio –dijo Amalia, se acercó a su saco y se lo extendió –lo compre en Francia.

-¡Es hermoso! –chilló Alice mientras lo tomaba y lo examinaba.

-Probatelo si quieres –ofreció nuestra amiga.

Alice no lo penso dos veces. Lo desabotonó y se lo puso. Obviamente, le quedaba excelente. Es mas, lo hacia mas elegante al saco. Le llegaba hasta las rodillas, tenia unos botones grandes al frente de color negro y unos bolsillos sencillos. Alice danzó hasta el gran espejo, se movia de aca para alla viendo como le quedaba.

-Te queda genial –sonreí.

-¿En serio? –preguntó. La mire como preguntandole si hablaba en serio. Me tiro un pequeño beso y sonrió. Ahora encajaba todo. Escucho la conversacion que teniamos e intervino para salvarnos. Realmente, Alice era grandiosa.

-Si, te queda espectacular –dijo Amalia riendose.

Golpearon la puerta muy suavemente.

-Adelante –indicó Nancy.

-Soy yo –dijo Jasper asomandose –queria avisarles que la pizza ya llego.

-Fantastico, ya bajamos –sonrió Alice.

-Y ese saco te queda precioso –devolvió la sonrisa Jasper.

-Gracias –rió Alice. Esto era muy gracioso.

-¿Vamos a comer? –preguntó Nancy.

-Te sigo, Nan –dijo Amalia y las dos, seguidas por Alice fueron hacia las escaleras.

-Jasper, ¿puedo hablar un momento contigo? –pedi. Al ver que dudaba, ataque de nuevo –por favor.

Suspiró.

-Esta bien –entro a la habitacion y cerró la puerta.

-Queria pedirte perdon por como actue contigo injustamente –no sabia como hablar, asi que como de costumbre, empecé a tartamudear –y…queria decirte que… -largue un suspiro larguisimo y finalmente, lo escupi -te quiero…

Jasper me miro sorprendido. Tal vez estaba pensando que estaba loca o algo por el estilo, pero no era asi. Realmente lo queria, pero siempre iba a elegir a Edward.

-Yo tambien te quiero –soltó nervioso –solo que…es muy raro esto para mi. Nunca tuve a alguien a cargo y…raramente me encariñé…

Yo rei incomoda.

-Quiero que entiendas, Jasper, por favor. Edward es muy importante para mi asi como lo eres tú, pero…el es como que me completa. Es algo que necesito mucho. Es lo que me tranquiliza, me hace sonreir, y me hace saber que todo lo malo ya paso, porque lo encontre. Pero tambien te necesito a ti -me acerqué -no se porque -me sincere -pero realmente te necesito.

Quedó resignado. Parecía triste. Me acerqué y lo abracé.

-Jas, vos sos mi hermano, y siempre lo vas a ser. Mi hermanito.

Una risa retumbo en su pecho. Me abrazó más fuerte.

-Con eso me alcanza...

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